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Día Internacional de las Personas con Discapacidad: entre derechos, obligaciones y limitaciones

La fecha fue establecida en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad.

Por Adrián Páez*

En 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 3 de diciembre como el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Esta fecha se celebra en todo el mundo con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidad en todos los ámbitos de la sociedad, además de visibilizar y sensibilizar sobre prácticas antidiscriminatorias. Bajo la Ley 26.378, en 2008 la Argentina adhirió a la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

En tanto, la Ley 26.206 de Educación Nacional establece que las personas con discapacidad tienen derecho a una educación inclusiva pero, lamentablemente, aun surgen distintos tipos de barreras e impedimentos a la hora de establecer ajustes razonables que respeten la diversidad funcional de nuestro colectivo.

Como ejemplo podemos mencionar el caso del deportista Rodrigo Rey, arquero del Club Atlético Independiente, quien debió recurrir a la Justicia para que su hijo con espectro autista pueda ser incluido en una institución educativa que, bajo el argumento del derecho de admisión, se negaba a renovarle la matrícula. La Justicia falló a su favor.

Personas con discapacidad: la lucha por un mundo más inclusivo

Las personas con discapacidad sabemos que el mundo en el que vivimos no está adaptado para nosotros y que nuestra propia discapacidad nos hace tener ciertas limitaciones. A pesar de eso, somos iguales a cualquier ser humano que habite este planeta, somos seres pensantes e independientes.

Como el resto de los mortales tenemos derechos y obligaciones que cumplir, pero eso sí, nos cuesta aceptar la discriminación. Podemos llegar a entender que pueda venir desde el desconocimiento, pero eso no quita que debamos luchar contra las barreras arquitectónicas de las ciudades en las que vivimos. Existen leyes que se deben cumplir y no sucede, como la ley de cupo laboral del cuatro por ciento.

Pero para que todas no sean pálidas, en este día que por lo menos nos invita a la reflexión también debemos agradecer a todas aquellas personas que nos tratan como iguales, que no nos tienen lástima ni se compadecen de nosotros. Juntos podemos luchar por una sociedad y un mundo más inclusivo.

*Licenciado en Comunicación Social y persona ciega.

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